Internet de las cosas

Internet de las cosas (IoT)

El Internet de las Cosas, o IoT se puede definir como la agrupación e interconexión de dispositivos y objetos a través de una red (bien sea privada o Internet, la red de redes), donde todos ellos podrían ser visibles e interaccionar. Respecto al tipo de objetos o dispositivos podrían ser cualquiera, desde sensores y dispositivos mecánicos hasta objetos cotidianos como pueden ser el frigorífico, el calzado o la ropa.

Ya no son personas las que están interactuando a través de una máquina, sino que la máquina es capaz de mandar información continuamente. Cualquier cosa que se pueda imaginar podría ser conectada a internet e interaccionar sin necesidad de la intervención humana, el objetivo por tanto es una interacción de máquina a máquina, o lo que se conoce como una interacción M2M (machine to machine) o dispositivos M2M.

Una de las principales ventajas que genera el Internet de las Cosas es que estas fuentes de información están generando muchísimos datos adicionales que hasta ahora no se conocían y van a permitir a las empresas conocer a sus clientes y ser capaces de montar propuestas de valor a partir de esa información nueva.

Por ejemplo, esta nueva tecnología permitirá que esos dispositivos efectúen directamente pagos. Ya no va a ser necesario que las personas, en sí, deban estar pendientes cuando hay que pagar la compra, por ejemplo, para rellenar la nevera, sino que la propia nevera se conectará directamente a internet, hará la compra y pagará con uno de nuestros medios de pago.

 

Aplicación al sistema financiero

En el campo de la banca y las finanzas, con los dispositivos IoT se podrá detectar el acceso de personas a las oficinas bancarias y cajeros y su movimiento en el interior. la personalización; la detección del cliente permite adaptarse a sus necesidades, evitar esperas y mejorar la calidad del servicio ofrecido.

La IoT permite ofrecer un servicio a la medida del cliente. Por ejemplo, un banco podría asociarse con fabricantes de línea blanca y de electrónica de consumo (smartphones, pantallas, consolas de videojuego,..), de tal manera que lanzarían ofertas de crédito a las personas cuyos dispositivos comienzan a deteriorarse.

En el apartado de la inversión y gestión de carteras, éstas podrían realizarse de una forma más precisa y acertada mediante el uso información del ecosistema del IoT del cliente adaptando las decisiones de inversión y asignación de activos basandose en los comportamientos, preferencias y ubicación de los usuarios.

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