Los problemas de abastecimiento de chips han sido habituales en los últimos años que han hecho cerrar fábricas a la espera de estos componentes clave.
¿Qué se está haciendo para resolver este problema de oferta?
La Comunidad Europea está impulsando la European Chips Act, ley que pretende mitigar el problema de la escasez, así como de la dependencia extranjera. El 75% de la producción de chips se realiza en el este asiático.
La UE presentará en 2022 una propuesta de inversión entre 20.000 y 30.000 millones de euros hasta 2030, para duplicar la producción europea de chips (del 9% actual al 20%).
En EE. UU. tienen la CHIPS for America Act y la FABS Act, para aumentar la capacidad productiva estadounidense, con una inversión prevista de 50.000 millones de dólares en cinco años (44.000 millones de euros).
China ha apoyado al sector de semiconductores con 180.000 millones de dólares (sobre 160.000 millones de euros) desde 2015 y tiene como objetivo producir el 80% de sus necesidades de chips domésticas en 2030.
Corea del Sur ha anunciado una inversión de 400.000 millones de dólares (unos 355.000 millones de euros) hasta 2030.
Parece asegurado un incremento en la capacidad productiva global de chips, pero no será a corto plazo. Construir una planta de fabricación de semiconductores implica una inversión de miles de millones de dólares (unos 20.000 millones de dólares las más sofisticadas) y suele tardar entre dos y tres años en ser operativa.
¿Crees que surtirá algún efecto la nueva ley impulsada por la Unión Europea?